Tras el incremento en el precio del cobre, los robos de este material se han multiplicado. Las autoridades y las compañías telefónicas ven con preocupación este incremento en el robo de cobre, ya que supone un alto coste para las operadoras y dejan sin servicio a poblaciones enteras.

De hecho, la operadora Telefónica mantiene una estrecha colaboración con la Guarda Civil con el fin de evitar más daños a la red del cableado. Además, la operadora está llevando a cabo una transformación de la red del cableado de cobre por fibra óptica, dificultado el robo de este material por las mafias.

Tal y como recoge el diario elmundo.es las autoridades están haciendo todo lo posible. Sin embargo, las mafias que trafican con el cobre asumen los riesgos, ya que consiguen millones de euros gracias al robo de este material.

En los dos últimos años el precio del cobre había descendido, que unido a la labor de la autoridades, se había conseguido disminuir los robos. Las autoridades han dado a conocer al diario elmundo.es este nuevo repunte del cobre, donde Cataluña sería una de las comunidades más afectadas.

También se han empezado a registrar incidentes en Alicante, Aragón, Baleares, Málaga y Sevilla. El año pasado se registraron más de 200 robos de cobre que afectaron a las líneas telefónicas. Las reparaciones de los metros de cobre robados ascendió a casi los 4.5 millones de euros.

El robo de cobre no solo afecta a las compañías por los costes a los que tienen que hacer frente, sino que los más perjudicados son los vecinos que sufren interrupción del servicio telefónico e Internet. Esto lleva a su vez que no se pueda acceder a las teleasistencias o a llamadas de urgencias, y es que los últimos robos están afectando tanto a las comunicaciones fijas como móviles.

Ahora las mafias tienen que hacer frente no solo a las autoridades, sino también al progreso de las líneas de cobre por fibra óptica. Concretamente, el proveedor de servicios Telefónica está llevando desde hace un año y medio una transformación de sus infraestructuras de cobre.

En ocasiones las mafias también sustraen la fibra óptica, sin embargo, no tienen valor en el mercado. Aunque eso sí, las reparaciones son igual de costosas para las compañías y los clientes sufren la interrupción de sus servicios.

Las autoridades, tanto Guardia Civil como Mossos, están logrando detener a los responsables de estos robos. Sin embargo, el desmantelamiento de las tramas en su conjunto es mucho más difícil.

Lo que sí es importante es la colaboración entre operadoras y autoridades, que están pendientes de aquellas zonas con alto riesgo de sustracción. Así las compañías han instalado sensores con alarmas que avisarían directamente a la Guardia Civil en caso de producirse alguna anomalía de la ruta de cable.

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