Frances Arnold ha sido galardonada con el premio Tecnología del Milenio 2016 por sus trabajos en el campo de la evolución dirigida, donde ha llevado a cabo importantes descubrimientos.
Arnold nació en Edgewood, Pennsylvania y llegó a trabajar en su juventud como camarera de cócteles en un club de jazz y como taxista. En 2005 se le diagnosticó cáncer de mama, del que se ha recuperado felizmente. En la actualidad investiga en el Departamento de Ingeniería química de Caltech, el Instituto de Tecnología de California (EEUU), donde también trabaja como catedrática de Ingeniería Química, Bioingeniería y Bioquímica.
De acuerdo con la Academia de Tecnología de Finlandia (TAF), responsable de este galardón, el mérito de Arnold consiste en que, «por medio la evolución dirigida, el desarrollo sostenible y las tecnologías limpias empezaron a estar disponibles en numerosas áreas de la industria, y gracias a ello ya no deben depender de materias primas no renovables».
El premio Tecnología del Milenio 2016, considerado por algunos como el premio Nobel en tecnología, es un tributo de Finlandia a las innovaciones tecnológicas dirigidas a mejorar la calidad de vida. Los propósitos del premio implican la promoción de la investigación tecnológica. Dotado de un millón de dólares, se trata de un premio que se entrega cada dos años.
La evolución dirigida es una línea de trabajo relativa a la biotecnología que consiste en la producción y selección de variantes de proteínas con interés industrial. Se trata de obtener artificialmente las mejores proteínas. De esta manera, se evita la explotación de materias no renovables, con lo que se favorece la tecnología limpia y el desarrollo sostenible.
En concreto, Arnold lleva a cabo investigaciones en química ecológica y energías alternativas, incluyendo el desarrollo de enzimas activas y microorganismos capaces de convertir biomasa renovable en combustibles y diversos productos químicos.
