cintacleta

Si hay una actividad fit por excelencia es el running. Desde hace unos años la práctica del running, footing o correr se ha convertido en algo más que una moda, dado que cada vez más personas se apuntan a realizar este deporte tanto en cintas de correr como al aire libre por los múltiples beneficios que aporta para la salud.

Las cintas de correr son unas de las máquinas preferidas de la gente que acude a los gimnasios, sin embargo, hay muchas otras que consideran monótono el correr encerrado en cuatro paredes. Esto último es lo que le pasaba al holandés Bruin Bergmeester, que a pesar de correr en cinta de correr delante de un televisor pudiendo ver lo que quisiera, la abrumaba estar encerrado entre cuatro paredes. Por eso un día, decidió transformar su gusto por correr en la cinta con la experiencia de hacerlo en contacto con la naturaleza, al aire libre.

Para hacerlo, inventó la Lopifit – luego renombrada como cintacleta-, una extraña combinación entre una bici y una cinta de correr, o lo que es lo mismo, la primera cinta de correr no estática.

Con la Lopifit, la persona que la use va de pie y debe caminar, trotar o correr y, de ese modo, pondrá en movimiento el aparato. Para ello, Bergmeester incluyó un pequeño motor de pedaleo eléctrico que detecta el movimiento del usuario y lo potencia, de modo que una simple caminata genera fuerza suficiente para alcanzar velocidades de bicicleta. Se calcula que el invento llega hasta los 25 km por hora o frenar mientras el usuario reduce el paso.

Además, la cintacleta cuenta con una pantalla que muestra en qué estado se encuentra la batería. Y la parte trasera tiene un asiento para otro pasajero sin la necesidad de que él también realice ningún esfuerzo.

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