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Más de 4.000 millones de personas aún no tienen acceso a internet. Este es el dato más llamativo de un informe sobre el desarrollo digital en todo el planeta que ha sido encargado por el Banco Mundial. Y todo ello pese a que en los últimos diez años se ha triplicado el número de usuarios de internet.

Estas estadísticas demuestran, según dicho informe, que los resultados en materia de crecimiento tecnológico, empleo y servicios públicos siguen por debajo de las expectativas a pesar de la difusión de los teléfonos móviles y las tecnologías digitales. A día de hoy, el 60% de la población mundial sigue marginada de la economía digital. En atención a lo dicho, concluye el informe que la expansión de las tecnologías digitales solo ha beneficiado a los individuos adinerados, cualificados e influyentes.

Según ha declarado Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, “para que los dividendos digitales puedan compartirse ampliamente entre todos los segmentos de la sociedad, los países también deben mejorar el clima de negocios”. Los beneficios del avance tecnológico sobre las clases medias y con recursos escasos no han sido los esperados en lo que se refiere a la productividad y al incremento de las oportunidades vitales.

De acuerdo con el Banco Mundial, es importante no crear una nueva subclase social, un grupo de individuos apartados de los beneficios que puede proporcionar la tecnología. Por ello, propone dos medidas básicas, desafíos en la era digital, a saber: en primer lugar, hay que convertir internet en un servicio universal, abierto, accesible y seguro; en segundo lugar, hay que usar la tecnología digital para transformar las economías a nivel global.

Experto en el análisis de dispositivos móviles y ordenadores. Su afán es poder llegar a la gente el modelo que está buscando, detallando cada característica técnica y física del producto. Su pasión es la tecnología

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