seguros de impago de alquiler

Los seguros de impago de alquiler se han convertido en una de las garantías más demandadas en los últimos años contra el impago de las rentas por parte de los inquilinos. De hecho, según la aseguradora Mutua de Propietarios, durante el año 2017, la contratación de estos seguros se ha incrementado en un 25%.

Este incremento de las contrataciones de seguros de alquiler ha venido provocado por el aumento del número de alquileres en España, que asciende a 500.000 operaciones anuales, según datos proporcionados por la aseguradora, unido a los elevados gastos y dificultades para el inquilino que supone el aval bancario.

El seguro de alquiler, a diferencia del aval bancario, evita que el inquilino tenga que depositar una fianza de alto valor en el banco y, por tanto, reduce el tiempo de desocupación del inmueble, ya que el desembolso inicial de los avales era uno de los obstáculos que había en el mercado del alquiler.

 “Toda operación de alquiler entraña unos riesgos para el propietario de la vivienda, que están correlacionados directamente con la solvencia del inquilino. Por eso, tradicionalmente los contratos de alquiler imponían unas condiciones de garantía que se materializaban en una serie de cargas que recaían sobre el inquilino, tales como fianza, depósitos mensuales y avales bancarios… que dificultaban un alquiler rápido del inmueble y, por tanto, reducían los ingresos potenciales para el arrendatario”, explica José Luis Marín, director técnico y de Siniestros de Mutua de Propietarios.

Para Marín, una de las claves del éxito del seguro de alquileres es, precisamente, el estudio de solvencia y viabilidad económica del inquilino. Y es que, gracias a ellos, en los alquileres en los que hay un seguro de impago contratado, la morosidad se reduce en un 85%, y, en caso de darse, se retrasan los impagos hasta el noveno mes, cuando la media se sitúa en el tercer mes de arrendamiento, según datos del Observatorio Español del Seguro del Alquiler (OESA).

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