Kinect, el dispositivo conocido de éxito para Xbox 360, pronto podría convertirse en una herramienta importante para luchar contra el autismo.
La tecnología introducida por Microsoft ha despertado el interés por sus aplicaciones potenciales fuera de la jugada en las aplicaciones no oficiales, muchas apoyado abiertamente por la compañía de Redmond.
Se toma como ejemplo, en uno de los casos, el escaneado de objetos en 3D. Sin embargo, los investigadores del Instituto de Desarrollo Infantil, interno de la Universidad de Minnesota, están tratando de desarrollar un sistema para luchar contra el autismo.
En estas pruebas, un sitio estaba equipado con cinco sensores Kinect que se establecieron para controlar un grupo de niños de edades comprendidas entre 3 y 5 años. Cada niño fue trazado por el color que vestía, y sus patrones de movimiento fueron analizados por ordenador mediante un algoritmo capaz de reconocer si eran hiperactivos y seguían en silencio, lo que podría indicar una posible forma de autismo.
El objetivo del equipo de investigación sera saber si se podía utilizar Kinect como una herramienta para identificar el comportamiento de un niño dentro de la escala de observación de las formas de autismo para los niños.
Esto permite la evaluación de un niño siguiendo un objeto colocado delante de él a través de gestos y actitudes que pueden ser indicadores tempranos de autismo. El objetivo final sería crear un juego específico, por lo que los padres pueden jugar con sus hijos temporalmente para la realización de una prueba que mide el índice de la enfermedad.
«La idea no es reemplazar el diagnóstico, sino ponerlo a disposición de todos», explicó el investigador Guillermo Sapiro. «Así como un buen maestro informa que el problema en un niño, por lo que el sistema le sugerirá que una visita de un experto.»
Teresa A.
