Un equipo de científicos de la Universidad Libre de Bruselas ha desarrollado robots capaces de unirse, dividirse y repararse a sí mismos sin perder sus funciones sensomotrices, según se recoge en la revista Nature.
Este trabajo abre la puerta a la aparición en un futuro muy próximo de robots que, de manera autónoma, podrán modificar su forma, tamaño y funciones. Muchos tipos de autómatas, recuerdan los autores, están controlados por sistemas nerviosos robóticos cuyos sensores y transmisores, por ejemplo, están conectados a una unidad procesadora central.
No obstante, en la mayoría de esos casos, esos sistemas están construidos para que se adapten exclusivamente a la forma del robot, lo que limita su flexibilidad, adaptabilidad y capacidades, precisan los expertos, entre los que figuran miembros del Instituto Universitario y de Telecomunicaciones de Lisboa (Portugal).
La adaptabilidad, apuntan, puede mejorarse con el uso de robots modulares, fabricados con unidades múltiples capaces de formar cuerpos colectivos. Sin embargo, los avances en la coordinación y el control de los robots modulares se han visto limitados por el hecho de que las citadas unidades solo pueden generar un número limitado de cuerpos colectivos con formas predefinidas.
Estos autómatas de última generación pueden adoptar nuevas formas y tamaños en respuesta a una tarea específica o a un cambio de medio, al tiempo que son capaces de repararse a sí mismos retirando sus partes dañadas o reemplazándolas.
Los expertos confían en que servirán, por ejemplo, para detectar, mover y elevar objetos, como ladrillos de construcción, si bien en el futuro no será necesario construirlos para que desarrollen solamente una tarea específica.