Sundrop Farms es un proyecto que planea instalar un invernadero en pleno desierto. Ahora bien, os preguntaréis, ¿cómo es posible que un proyecto así pueda resultar rentable? La respuesta está en la peculiar forma de abastecimiento energético de este invernadero, que se alimenta a base de energía solar y agua del mar.

El avance de la sequía en el mundo amenaza con provocar nuevas, más frecuentes y más espantosas hambrunas en el mundo, particularmente en aquellas zonas que reciben pocas precipitaciones a lo largo del año. Por ello, nos toca agudizar el ingenio para encontrar soluciones a un problema tan grave y acuciante.

Una de las últimas soluciones propuestas se llama Sundrop Farms, una empresa líder a escala mundial en cultivos de frutas frescas y vegetales usando sustentos renovables. En realidad, Sundrop es una iniciativa en la que colabora un equipo internacional de científicos, que han invertido seis años en diseñar un revolucionario sistema de agricultura.

Las instalaciones, conocidas como  Granjas Sundrop, ya son una realidad. Se encuentran en el desierto del sur de Australia y parecen haber conseguido convertir un área considerada estéril en un invernadero productivo. De hecho, en el último año, han acumulado 17.000 toneladas no usando más que agua marina y energía solar. Pero lo que único este sistema de agricultura es que solo utiliza energías renovables. No recurre a los pesticidas, ni a los combustibles fósiles y ni siquiera tierra.

El primer invernadero se construyó en 2010 en las inmediaciones de Port Augusta. Ante el éxito cosechado, los responsables del proyecto Sundrop Farms decidieron construir un nuevo invernadero de mayores dimensiones: nada menos que 20 hectáreas.

El invernadero se abastece de agua a través de un canal que lo conecta con el Golfo de Spencer, situado a dos kilómetros de distancia. Por su parte, la energía solar, recogida mediante una serie de paneles, sirve para desalar el agua del mar y regar así las plantaciones.

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