La Unión Europea propone la creación de un espacio comunitario de control del tráfico aéreo automatizado para drones que vuelen hasta los 150 metros de altura. Según fuentes comunitarias, la actual legislación de la Unión solo afecta a drones con un peso superior a los 150 kilos, mientras que los Estados miembros de la UE son responsables de la normativa para los dispositivos más ligeros.
Ese esquema que genera el inconveniente de que fragmenta el marco legal, lo que limita o retrasa el desarrollo de nuevos productos y servicios.
El nuevo espacio, que se denominaría “Uspace” y que abarcaría la horquilla aérea donde habrá más tráfico de drones, está concebido para “dinamizar” un sector en el que se espera un importante crecimiento en los próximos años.
Ese nuevo espacio debería regirse por principios similares a los del control del tráfico aéreo tripulado y debería de funcionar de manera automatizada, con el objetivo de que esté operativo para 2019, según la reflexión de los expertos en aviación de la Unión Europea.
Al menos esa es la fecha de referencia para los servicios más básicos relacionados con el registro de drones o la geolocalización, mientras se desarrollan otras aplicaciones con estándares más complejos de un sector que, según las estimaciones que maneja Bruselas, crecerá hasta los 10.000 millones de euros solo hasta 2035.
Dentro de la misma dinámica, hace unos días la ONU ha decidido incorporar drones para luchar contra los insectos como la mosca tse-tse. En una primera etapa, un dron teledirigido soltará al sur de Etiopía desde unos 200 metros de altura pequeñas cajas abiertas con moscas esterilizadas previamente con tecnología nuclear.