Chile está implementando una estrategia para fortalecer su autonomía tecnológica mediante diversas iniciativas impulsadas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. La ministra Aisén Etcheverry ha presentado avances clave que apuntan a reducir la dependencia digital del país y a desarrollar capacidades propias en áreas estratégicas.
Uno de los proyectos centrales es la creación de un modelo de lenguaje basado en inteligencia artificial desarrollado completamente en Chile. Esta herramienta, liderada por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), contará con apoyo de la CAF y otros actores regionales, y buscará representar adecuadamente la lengua, cultura y contexto chilenos. Las primeras versiones del modelo están previstas para mediados de año, y posicionarán a Chile entre los pocos países latinoamericanos con capacidades propias en este campo.
Junto con esto, se ha lanzado una convocatoria para financiar la construcción de infraestructura nacional de supercómputo orientada a inteligencia artificial. Se destinarán hasta siete millones de dólares por proyecto, lo que permitirá al país contar con recursos tecnológicos avanzados para el análisis de datos en sectores clave como minería, salud, energía, agricultura y servicios.
El gobierno ha complementado estas acciones con la creación de una nueva División de Tecnologías Emergentes dentro del ministerio, que comenzó a operar en enero de 2025. Esta unidad se enfocará en tecnologías como inteligencia artificial, biotecnología y computación cuántica, con el propósito de facilitar la articulación entre ciencia, empresa y sector público. Su función será convertir investigación en valor concreto para el desarrollo económico y social.
La inversión en ciencia cuántica ha crecido en los últimos años, alcanzando los 20 mil millones de pesos, según datos presentados durante la reciente Semana de las Tecnologías Cuánticas. Esta área es considerada estratégica para la seguridad digital, la atención médica y la mitigación del cambio climático. El evento, realizado en abril, mostró el interés del gobierno por consolidar una base científica sólida en este campo.
Estas iniciativas buscan integrar la ciencia como un componente central de la toma de decisiones en el país. La ministra Etcheverry remarcó que el enfoque no solo es tecnológico, sino también político y económico, ya que tener autonomía en estas materias permite definir con mayor libertad los caminos de desarrollo y evitar depender de soluciones extranjeras en áreas sensibles.
Con estas medidas, Chile apunta a contar con herramientas propias que le permitan enfrentar los desafíos del entorno digital global. Los esfuerzos del gobierno muestran un enfoque sistemático para posicionar al país como referente en la región, apostando por capacidades internas que sustenten la innovación y la transformación tecnológica en múltiples sectores productivos y académicos.