Los gimnasios para hoteles se han convertido en el elemento más importante a la hora de elegir alojamiento por los clientes adinerados, así lo revela el estudio del “Luxury Travel Report 2016”.
Según este estudio publicado por la consultora Resonance, los viajeros norteamericanos de mayor poder adquisitivo le dan un 40% de importancia al disponer de un gimnasio en el hotel y a cuidar su forma física, mientras que los viajeros comunes le conceden un 20%.
Estos datos confirman la tendencia global a cuidar cada vez más de nuestro estado físico, tendencia que se multiplica cuando se trata de gente de grandes ingresos, ya que dedican más recursos y atención a su apariencia estética. Los hoteles de lujo han sufrido una remodelación en los últimos años a la hora de ofrecer servicios que van más allá de los gimnasios, los clientes más selectos ya no quieren desayunar con diamantes, sino un desayuno con bebidas detox, una clase de yoga por la mañana y una sesión de gimnasio por la tarde, a lo que le seguirá un relajante baño en el spa y un masaje para relajar los músculos.
Las grandes firmas ya se han puesto manos a la obra, la cadena Even por ejemplo abrió en 2014 para cubrir estas necesidades, y cada una de sus habitaciones cuenta con una pequeña zona de entrenamiento, también sucede el caso opuesto, cadenas de gimnasios como Equinox o Soul Cycle han abierto sus propios hoteles orientados a que los clientes más exigentes puedan ejercitarse y cuidarse también durante las vacaciones.