Las bicicletas estáticas proporcionan una forma genial de hacer ejercicio tanto en casa como en el gimnasio, pero como cualquier otro aparato es necesario un mantenimiento para evitar que se acaben averiando y prolongar así su duración. A continuación os ofrecemos unos consejos que alargarán la vida de tu bici estática.
En primer lugar es conveniente después de cada sesión limpiar las bicicletas estáticas con un paño húmedo para prevenir el óxido, el polvo y la corrosión que puedan provocar el sudor y otros elementos externos. Hay elementos de la bicicleta que hay que limpiar con más cuidado, es el caso de la consola de la bicicleta si la hubiese, ya que contiene elementos electrónicos delicados, por lo que hay que limpiarlo con un trapo seco para evitar daños.
Las bicicletas estáticas no necesitan lubricación, y además el mecanismo interno suele ir protegido para evitar la acumulación de suciedad y residuos, por lo que no requiere un gran mantenimiento más alá de prestar atención a cualquier anomalía.
Para evitar que la máquina sufra algún tipo de avería lo más recomendable es revisar periódicamente el sillín y las piezas de ajuste. Las bicicletas estáticas suelen dar pequeñas pistas antes de romperse, por lo que estar atento a los sonidos o vibraciones extrañas que se produzcan puede evitar muchos disgustos. Además el uso provoca a la larga el desajuste de las piezas, por lo que ajustarlas una vez al mes sin forzarlas ayudará a un mejor mantenimiento de la máquina.
Por último, el mejor consejo y el más necesario para evitar que las bicicletas estáticas se estropeen es el de darles uso. Utilizar la bicicleta regularmente es la mejor forma de eludir la acumulación de óxido y residuos en la bicicleta, además mantiene a tono tanto a la maquinaria de la bicicleta como a tu cuerpo.
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