Entrenar descalzo en cintas de correr es más beneficioso que hacerlo con zapatillas deportivas. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por científicos de las universidades de Virginia y Colorado, en EEUU, junto con expertos de la compañía JKM Technologies.
Este estudio revela que la fuerza de rotación que se genera sobre las rodillas y caderas cuando se entrena en cinta de correr es más agresiva cuando se llevan zapatillas deportivas que cuando se corre descalzo o con unos calcetines, con lo que se disminuye el riesgo de sufrir las lesiones que padecen los corredores habituales.
Para llevar a cabo la investigación, se monitorizó la fuerza cinética que actuaba sobre las articulaciones inferiores de un grupo de control formado por 68 personas activas, en dos etapas diferenciadas: la primera, usando un calzado deportivo con amortiguación hidráulica y forma semicurva; y la segunda, corriendo sin calzado, con el pie descubierto.
Los resultados fueron concluyentes, ya que la fuerza de rotación se incrementó en un 36% en la flexión de rodilla y un 38% en la rotación interna cuando los deportistas entrenaban con calzado.
Aunque los científicos convinieron que el calzado deportivo está pensado para reducir el impacto en el talón y para controlar la pronación del pie, apuntan hacia la necesidad de replantear su diseño para adaptarlo a las necesidades de los corredores y así prolongar la salud y reducir el desgaste de sus articulaciones.
