De acuerdo con la reforma de protección de datos de la Unión Europea, los menores europeos de 16 años van a necesitar el consentimiento de sus padres para acceder a las redes sociales. Después de tres años de conversaciones y negociaciones, el Consejo y el Parlamento de Europa han decidido aprobar la iniciativa de la Comisión, que había propuesto reformar la legislación vigente en materia de protección de datos.
Con esta reforma, se pretende establecer garantías que refuercen la seguridad de los datos de carácter personal, obligando al mismo tiempo a las empresas a hacer un uso correcto de la información privada. Para cumplir este objetivo, la nueva normativa contempla el endurecimiento de las sanciones a los infractores incluyendo multas millonarias. Además, la reforma nos acerca al mercado único digital gracias a que promueve la aplicación de normas comunes en todos los países miembros.
Pero uno de los aspectos más llamativos de esta nueva normativa tiene que ver con la exigencia de que los menores de 16 años van a necesitar el consentimiento de sus padres para utilizar las redes sociales. Esto se concreta en el artículo 8, donde se dice que los menores de esa edad no podrán ceder sus datos sin el consentimiento parental. El texto legal dice palabra por palabra lo siguiente: “el tratamiento de los datos personales de un niño menor de 16 años será legal sólo en la medida que dicho consentimiento sea dado y autorizado por el titular de la responsabilidad parental sobre el niño”; y, puesto que en las redes sociales se piden datos personales para completar el perfil, el menor tendrá que contar con la aprobación explícita de sus padres.
Hay que decir, no obstante, que la ley no ha sido promulgada todavía. Los embajadores de la UE tendrán que discutir la redacción del texto y el Parlamento deberá votar su aprobación, algo que no sucederá antes de marzo o abril de 2016.
