Uno de los puntos que marca la diferencia entre un servicio de limpieza (sin más) y un buen servicio de limpieza de oficinas en Madrid es como este último contribuye a alargar la vida útil de nuestras oficinas. Este es un elemento de gran importancia, ya que, si nuestra empresa de limpieza conserva adecuadamente los elementos de nuestra oficina, estos durarán más tiempo en buenas condiciones, con lo que nos ahorraremos el coste de tener que sustituir elementos costosos, como pueden ser suelos, ventanas, etc.
Conservación de ventanas
La limpieza de las ventanas de nuestras oficinas debe ser realizada por Cristaleros Especialistas, y es importante mantener una buena periodicidad en estos trabajos. Lo recomendable es que la limpieza de ventanas se realice mensualmente (especialmente, si están expuestas a zonas exteriores con tráfico de vehículos).
Si nuestra empresa de limpieza no realiza la limpieza de las ventanas de nuestra oficina con la periodicidad debida, esto se notará en los cristales con el paso del tiempo, ya que irán acumulando suciedad que no se podrá eliminar en la siguiente limpieza. Esto es debido a que dicha suciedad erosiona el cristal. La consecuencia visible es que los cristales, aunque se acaben de limpiar, tendrán un aspecto sucio y deteriorado, repletos de marcas y sombras que ya no se pueden eliminar, siendo la única solución la sustitución de las ventanas.
Del mismo modo, nuestra empresa de limpieza debe asegurarse de limpiar en profundidad los marcos, aluminios y cerramientos de las ventanas. La acumulación de suciedad en dichas zonas, con el paso del tiempo, provoca que las ventanas correderas no corran con facilidad y que las ventanas no abran y cierran como esperamos. Y nuevamente, la única solución pasa por cambiar las ventanas, con el coste que ello implica.
Conservación de suelos
Como aseguran los expertos de Serlimp, la empresa de limpieza que contratemos debe disponer de profesionales cualificados para tratar y conservar nuestros suelos con una frecuencia al menos anual, con independencia del tipo de suelo.
Por ejemplo, un suelo de mármol que no se abrillanta al menos una vez al año, pierde su brillo natural y su capa de protección, por lo que termina deteriorándose y erosionándose.
Otro ejemplo son los suelos de moqueta. Si no se realiza un lavado al menos una vez al año, acumula polvo, ácaros y manchas que acaban integrándose en el tejido y deteriorándolo.
Lo mismo sucede con los suelos plásticos. Al menos una vez al año necesitan ser decapados y encerados, para que conserven sus cualidades.
Si contamos con una empresa de limpieza de oficinas en Madrid que conserve los suelos, ventanas y otros elementos de nuestras oficinas, sabremos que estamos contribuyendo a alargar su vida útil, mejorando la imagen de nuestras instalaciones y evitando tener que incurrir en costes de sustitución de elementos.