Para poner fin a la historia épica que ahora se acerca a los tres años de vida del servicio Street View, en el centro de las denuncias de violación de la privacidad de los usuarios, Google deberá pagar no menos de 7 millones de dólares.
La historia, para aquellos que no lo sepan, se inició en 2010, cuando el fiscal general de Connecticut, denunció a Google por su coche con cámaras para el servicio Street View.
En el centro de la polémica se enccontraba la práctica del wardriving, guardar información sobre redes Wi-Fi en los Google Car.
Google admitió su responsabilidad en este momento pero haciéndoles saber que lo que ocurrió fue debido a una parte de un código insertado por error en el software que se ejecuta en los coches y comunicó que no tenía la intención de explotar los datos recogidos.
Los organismos que intervienen en la protección de la privacidad, sin embargo, no consideraron suficientemente las justificaciones ofrecidas por Google.
En 2011, de hecho, me dieron una multa de 100 mil euros en Francia, mientras que en 2012 la FFC (Federal Communications Commission) sancionó a Google por no cooperar activamente en la facilitación de la investigación a las autoridades.
Ahora, de acuerdo a los que tienen la última información disponible en el momento, Google tendría que pagar una multa de 7 millones de dólares que serán distribuidos a través de más de 30 países.
La noticia fue dada por una fuente que prefirió permanecer en el anonimato, pero se considera que es muy fiable y, sobre todo, muy cerca de los puestos superiores de la empresa.
Sobre el asunto Blagojevic Nadja, una portavoz de Google, se negó a comentar directamente indicando, una vez más, la responsabilidad de la gigante de las búsquedas online en comparación con lo que sucedió.
«Siempre estamos comprometidos a proteger su privacidad con los servicios de Google, pero en este caso no fue así. Es por esta razón que hemos perfeccionado nuestros sistemas rápidamente para resolver el problema».
Teresa A.