Unos meses atrás la nueva Ley General de Telecomunicaciones era oficialmente aprobada, estableciéndose así un conjunto de medidas que, entre otras cosas, regulan el acceso a Internet de los ciudadanos nacionales y obligan a una calidad mínima de este servicio. Básicamente, debía ofrecerse a todos los residentes del país conexiones de unos 100 Mbps para comenzar, un cambio orientado a la zona rural que ya figuraba en la Agenda Digital.
Claro está, la España vaciada -como también se la conoce- ha sido históricamente víctima del despliegue de Internet en el territorio por la menor cantidad de usuarios que posee. Pero el Gobierno sabe de la importancia de que todos estemos conectados, y por eso es que decide destinar parte de las ayudas contempladas en la convocatoria del programa UNICO-Demanda Rural a esta conexión básica a Internet subvencionada ya desvelada.
En efecto, se han facilitado los detalles y ya sabemos que se alcanzarán esos 100 Mbps, que tendrán un precio de 35 euros al mes gracias a los 84,8 millones de euros de los fondos europeos del Plan de Recuperación para las regiones poco pobladas, que se presupone impedirá que dicha brecha digital siga avanzando, y debería reducirla.
Asimismo estarán financiados todos los costes de instalación y compra del equipamiento necesario para la prestación del servicio, siempre que éste no supere los 600 euros. Citando el BOE respectivo, las ayudas «están enfocadas a los operadores y agrupaciones de empresas en las que al menos un integrante sea un operador» y cumpla con los requisitos que se piden de cara al usuario final, lo que les permitirá disfrutar de esas redes baratas.