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De acuerdo con la última encuesta de Pew, centro independiente de investigaciones sociales en la sociedad digital, el porcentaje de estadounidenses que hacen uso de la banda ancha para conectarse a la red de redes ha disminuido en los dos últimos años.

En efecto, según dicho estudio estadístico, el 67 por ciento de los ciudadanos estadounidenses cuentan con una conexión a internet de banda ancha en sus casas, cifra inferior a la de hace dos años, cuando el porcentaje alcanzaba el 70 por ciento. De hecho, hemos vuelto a las cifras de 2012.

Para explicar esta regresión  de los conectados a internet por medio de la banda ancha hay que buscar en el uso de los teléfonos móviles. Los internautas van sustituyendo el router de sus casas por la conexión de sus smartphones y terminales móviles. Casi el 12 por ciento de los estadounidenses con banda ancha en sus hogares confiesan que para conectarse a internet les basta con sus teléfonos móviles.

Pero son más, el 43 por ciento, los que justifican el abandono de la banda ancha invocando razones económicas. Estos consideran que el pago por la banda ancha es demasiado caro, sobre todo cuando están pagando además por el contrato de sus teléfonos con el operador de turno.

Por lo demás, otra conclusión importante que podemos deducir de estos datos estadísticos tiene que ver con el uso de la banda ancha como indicador del avance digital de una sociedad. En efecto, si la conexión mediante banda ancha va entrando en desuso, ya no podremos considerarlo el síntoma principal del desarrollo de una sociedad en materia digital. Hay que tener en cuenta otros factores, porque han aparecido alternativas de conexión que rivalizan con la banda ancha y que se explican como variables independientes por ofrecer sus propias ventajas a los usuarios.

Experto en el análisis de dispositivos móviles y ordenadores. Su afán es poder llegar a la gente el modelo que está buscando, detallando cada característica técnica y física del producto. Su pasión es la tecnología

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