Wikileaks está buscando una solución que le permitirá seguir operando sin temor a repercusiones legales y sin ser molestados. Entre los casos actualmente en estudio, se encontraría la compra de un barco en el que los servidores que alojan las páginas que contienen los secretos publicados en los últimos años podrían comenzar a funcionar en alta mar.
Así, Wikileaks pondría sus servidores en aguas internacionales, es decir, fuera del alcance de los Estados Unidos, permitiendo que las páginas web puedan estar en línea sin correr ningún peligro.
Fuentes cercanas al grupo de activistas también hablan de la web y ya han comenzado a maniobrar en silencio a la ubicación de la infraestructura en su totalidad en alta mar, donde sólo existe el Derecho del Mar, que no incluye leyes que puedan poner en peligrode modo alguno a Wikileaks .
Una de las posibles ubicaciones de la nave que acogerá el servidor es el del Principado de Sealand, una plataforma frente a las costas de Inglaterra que se declaró un estado soberano en la segunda mitad del siglo XX.
Hasta allí llegaría Wikileaks para lograr la seguridad absoluta desde el punto de vista legal, sin que las autoridades de ningún país puedan imponer el bloqueo de sitios Web relacionados con el proyecto iniciado hace unos años por Julian Assange.
Teresa A.
