En apenas 12 meses el número de ciudadanos que accedió a internet en Cuba se multiplicó por dos. De cerca de 75.000 usuarios cubanos en 2014 se pasó a 150.000 en 2015 como promedio diario. Sin embargo, salta a la vista que estamos hablando todavía de cifras exiguas. A todos nos gustaría ver que ese número se incrementara exponencialmente durante el 2016 ofreciendo de esa manera unas posibilidades de acceso sin precedentes.
De acuerdo con el estudio estadístico de la empresa estatal Etecsa (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba), el país dobló en un año su número de internautas; lo que se explica, en parte, porque esta compañía, que es a la vez el único proveedor de internet en la isla, habilitó nuevos lugares públicos para la conexión a la red de redes.
En palabras de la propia Mayra Arevich, presidenta de Etecsa, “más de 150 mil acceden a diario. La concurrencia se ha duplicado respecto al año pasado, a partir de la introducción de los puntos para conexión inalámbrica”. Lo cierto es que la mayor parte de los usuarios solo pueden acceder a internet desde lugares públicos. Tanto es así que no es extraño ver corrillos de personas en puntos wifi de La Habana tratando de conectarse con sus portátiles y teléfonos móviles.
Arevich ha señalado que a día de hoy los usuarios cuentan con más de 700 enclaves para acceder a internet y, al mismo tiempo, ha prometido que a lo largo del 2016 se habilitarán 80 nuevos espacios de conexión inalámbrica, es decir, vía wifi. Cada acceso que se crea, ha dicho la funcionaria, es un acceso que se ocupa inmediatamente.
Sin embargo, y pese a estos adelantos, el acceso a internet en Cuba sigue siendo un privilegio, sobre todo si hablamos de una navegación privada.
