Por fin tenemos entre nosotros, simples mortales, la última gran reliquia de la religión stevejobsiana, el iPhone 7 de Apple, un acontecimiento en el mundo de la tecnología digital que vamos a analizar a continuación.
Es difícil que el iPhone 7 nos sorprenda por su aspecto estético, porque su exterior no se diferencia gran cosa de sus predecesores: iPhone 6, iPhone 5, etc. Lo más peculiar del iPhone hay que buscarlo en su interior. En concreto, los parentescos del iPhone 7 con el 6 son más que evidentes con solo ver el botón en la parte inferior, la curvatura del cristal y el panel que alcanzar las 4,7 pulgadas.
La pantalla, con panel OLED, tiene una resolución de 1.334 x 750 píxeles. Por su parte, la cámara del iPhone 7 tiene un sensor de 12 megapíxeles y una apertura f/1.8, que se puede estabilizar. La cámara frontal cuenta 7 megapíxeles y dispone de flash.
Una valiosa innovación tiene que ver con la certificación IP67, que garantiza la protección contra el agua de este dispositivo móvil. Hay que decir, por otra parte, que el iPhone no incluye conector de ranura jack. Para escuchar la radio, por ejemplo, los usuarios tendrán que adquirir unos audífonos inalámbricos denominados AirPods, cuyo precio rondar unos 150 euros. El iPhone 7 está disponible en los siguientes colores: negro mate, negro brillante, oro, oro rosa y plata.
Apple ha elegido un procesador de reciente aparición: el A10 Fusion, un chip de cuatro núcleos. El iPhone se vende en tres versiones, una de ellas alberga 3,2 Gb, mientras que la otra llega a los 128 Gb de almacenamiento en disco. La tercera llega a 256 Gb.
Digamos por último que el l iPhone 7, en su versión de 3,2 Gb, ya se encuentra disponible en preventa dentro de España por algo más de 700 euros.