Google respondió ayer a la acusación de la Comisión Europea (CE) de que ha abusado de su posición dominante al imponer restricciones a los fabricantes de dispositivos Android y a los operadores de redes móviles. «Nos tomamos estas preocupaciones muy en serio, pero creemos que nuestro modelo de negocio permite a los fabricantes reducir sus costes y tener mayor flexibilidad, al tiempo que ofrece a los clientes un control sobre sus dispositivos móviles sin precedentes», señaló la compañía en un comunicado firmado por Kent Walker, vicepresidente sénior y consejero general de Google.
La CE presentó oficialmente el pliego de cargos, que incluyenpreinstalar por defecto Google Search en los dispositivos Android; bloquear los motores de búsqueda competidores y «perjudicar a los consumidores al suprimir la competencia y restringir la innovación en el espacio móvil más en general». Bruselasconsidera que estas prácticas comerciales pueden conducir a una mayor consolidación de la posición dominante de Google, que tiene una cuota de mercado superior al 90 %.
Frente a estos argumentos, Google esgrime que Android es un sistema operativo gratuito de código abierto y que cualquiera puede modificarlo y construir un teléfono con él, y pone como ejemplo aAmazon. Indica también que «los teléfonos de hoy vienen con decenas de apps preinstaladas de Microsoft, Facebook, Amazon, Google, las propias de las compañías de teléfonos móviles, etc.».
Para la firma de Mountain View, «lo costoso [de Android] es desarrollarlo, mejorarlo, mantenerlo seguro y defendernos de demandas de patentes». Y recuerda que los usuarios pueden personalizar sus dispositivos móviles y descargarse las aplicaciones que quieran, incluyendo las de la competencia.
