Un grupo de investigadores adscritos a la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, ha realizado un estudio que nos alerta acerca de las aplicaciones móviles relacionadas con nuestra salud. Buena parte de estas aplicaciones proporcionan información inexacta, cuando no vulneran directamente nuestra intimidad.
No es ningún secreto que la medicina y la tecnología pueden colaborar estrechamente en la mejora del diagnóstico, el tratamiento, la prognosis y la detección de las enfermedades; pero no es menos cierto que esta relación entre medicina y tecnología representa un negocio suculento para todo tipo de emprendedores, incluidos aquellos que se caracterizan por su falta de escrúpulos.
El caso es que un reciente estudio publicado en la revista Health Affairs, cuyo resumen podéis leer aquí, viene a señalar que gran parte de las apps de salud mejor valoradas por los usuarios son invasivas, poco fiables o ambas cosas a la vez.
El equipo de investigadores, liderado por Karandeep Singh, se ha basado en una muestra representativa compuesta por 137 de las aplicaciones con mejor reputación entre los usuarios de Google Play para Android y App Store para iOS.
Según los propios autores, el estudio estuvo motivado por la proliferación de nuevas aplicaciones que pretenden informarnos y mejorar de alguna manera nuestro estado de salud. Se trata de un ámbito que, en muchos casos, escapa a cualquier tipo de control o supervisión por parte de los profesionales sanitarios.
Pues bien, sucede que los resultados arrojados por el estudio son bastante significativos. En primer lugar, los investigadores han descubierto que abundan las disfuncionalidades de las apps, es decir, que muchas apps no cumplen con lo prometido en el sentido de que no realizan las tareas previstas. Por otra parte, las respuestas proporcionadas por las apps a las preguntas de los usuarios no acostumbran a ser adecuadas. Por último, según el estudio, solo el 64% de las apps analizadas tenía y cumplía una política de privacidad.
