Hace diez años Google empezó a ofrecer los servicios de un traductor automático que, en ese momento, ofrecía resultados que dejaban mucho que desear. Hoy, Google Translator ha optimizado sus prestaciones. Muchos usuarios recurren a Google Translator, lo critican, pero siguen usándolo.
Además de ir mejorando algo sus traducciones, Google Translator acaba de incorporar nuevas prestaciones que contribuyen a enriquecer el servicio. Entre las opciones activadas por Google en su traductor destaca la posibilidad de usar el servicio sin necesidad de estar conectado a internet, es decir, de forma offline. Sin embargo, hay que decir que esta opción de momento solo está disponible para aquellos dispositivos que utilizan el entorno de trabajo iOS, es decir, en iPhones e iPads.
La novedad ha sido anunciada por los responsables de la aplicación en el blog oficial de la compañía. Puede leerse en español accediendo al siguiente enlace.
La aplicación ha visto reducido su tamaño hasta los 25 Mb, un 90% menos que las versiones anteriores. Esto también supone una ventaja al consumir menos cantidad de datos. Los ingenieros de Google se han esforzado en este aspecto porque, como indica Barak Turovsky, el responsable del producto, «sabemos que muchos de Vosotros encontraban los paquetes de idiomas muy pesados para descargar en conexiones a Internet no confiables o para guardarlos en sus móviles debido a su limitada capacidad».
Pero las novedades no terminan ahí, ya que la última versión de Google Translator también incluye la función Tap to translate, con la que podemos hacer traducciones sin salir de la aplicación que estemos utilizando en esos momentos. La traducción nos aparecerá en una pestaña propia. Esta opción se pone a disposición de todos los usuarios cuyos dispositivos se basen en el sistema operativo Android. De esta manera, no hace falta copiar y pegar el texto que queremos traducir, pues nos aparecerá una especie de burbuja flotante junto al texto en el idioma que no conocemos.
