Investigadores adscritos a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Michigan acaban de presentar una innovación muy interesante y no menos útil. Se trata de una tableta en braille que puede ser usada por personas invidentes para comprender gráficos y tablas.

Aunque no estamos ante el primer dispositivo con pantalla braille (podemos pensar, sin ir más lejos, en el guante Mobile Lorm Glove), sí podemos decir que esta tableta resulta innovadora en el sentido de que se basa en un sistema de burbujas de aire o de agua. El objetivo es tratar de mejorar la interactividad de los invidentes con la tecnología, algo a lo que ya han contribuido los dictados de texto, los sistemas de reconocimiento de voz, etc.

Estas burbujas se desplazan a lo largo y ancho de la pantalla formando de esa manera palabras o figuras, es decir, articulaciones de relieves fácilmente interpretados por las personas invidentes mediante el sentido del tacto. Así, el usuario invidente puede percibir imágenes, estadísticas y gráficos, muy importantes para las matemáticas, por ejemplo. De hecho, de acuerdo con Sile O’Modhrain, uno de los creadores de esta tableta, “una de las consecuencias principales para los invidentes que no pueden acceder al braille es que están limitados en relación con las cosas que los científicos y los matemáticos pueden hacer”.

La tableta está hecha a base del ensamblaje de una serie de capas, lo que supone un procedimiento menos costos que los anteriormente conocidos.

Hay que decir que el invento de los desarrolladores e ingenieros de la Universidad de Michigan ya ha sido patentado y está en vías de ponerse a la venta. En Estados Unidos tendrá un coste que va de los 3.000 a los 5.000 dólares, es decir, entre 2.700 y 4.600 euros. Se prevé que el precio de venta podría rondar los 700 dólares, esto es, unos 640 euros aproximadamente.

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