HTC, la firma taiwanesa de productos tecnológicos fundada en 1997, ha presentado en el Mobile World Congress de Barcelona sus gafas de realidad virtual: las HTC Vive.
Con estas gafas HTC quiere ir más allá de la realidad virtual de 360 grados ofrecida a cargo de otros fabricantes y apuesta por una auténtica experiencia inmersiva en la que el usuario puede desplazarse a voluntad por un entorno complejo y, al mismo tiempo, interactuar con todos los objetos con los que se encuentra.
Para mostrar su producto, HTC ha ofrecido algunos contenidos, es decir, algunas situaciones de inmersión virtual. En una de ellas, el usuario se encuentra en el fondo del mar, paseando por la cubierta de un pecio. Alrededor pasan los peces y una ballena que se acerca al lugar. Todo ello contribuye a suscitar una sensación de un realismo extremo. En otra de estas situaciones, el usuario aparece en una oficina en la que puede hacer fotocopias, preparar un café, coger carpetas, abrir y cerrar cajones, encender el ordenador o la fotocopiadora, etc.
Aparte de los cascos, el dispositivo incluye dos mandos que funcionan a la manera de manos. Con ellos manipulamos los objetos del entorno. Así mismo, se proporcionan dos faros, que emiten una señal láser recibida por los sensores integrados en las gafas y que sirven para conformar las coordenadas de un mapa del lugar en el que nos encontramos.
HTC ha diseñado las HTC Vive de manera que puedan funcionar como un dispositivo wearable. Esto es útil no solo porque podremos transportarlas con nosotros donde queramos, sino también porque el sistema nos notifica lo que ocurre en la realidad auténtica. Por ejemplo, si nos llaman por teléfono mientras usamos las gafas, aparecerá una notificación indicándonoslo.
El precio de las gafas de realidad virtual HTC Vive es de 799 euros.