En alrededor de un año dejará de soporte para Windows XP, uno de los más exitosos sistemas operativos de la compañía de Redmond que sigue afirmando su nombre a más de 11 años después de su lanzamiento.
Microsoft, en este sentido, subrayó en varias ocasiones a los administradores IT para planificar con suficiente antelación el proceso de migración a la versión reciente de Windows 7, o 8. El proceso de migración se ha iniciado, pero, al parecer, se avanza muy lentamente.
De hecho, si tenemos en cuenta que a partir del 08 de abril ya no se distribuyen actualizaciones de seguridad para Windows XP, este dato debe ser visto como particularmente grave.
Si la tendencia se mantiene sin cambios en un año seguirán funcionando muchos ordenadores con Windows XP destinados a convertirse en poco tiempo en un blanco fácil para los ciberdelincuentes. Un mayor riesgo de ello son, por necesidad, las empresas.
De acuerdo con los que tienen los datos más recientes de menos de la mitad de las grandes organizaciones han hecho la transición a Windows 7 y menos de una cuarta parte ha iniciado el procedimiento a finales de 2012. Este retraso se debe a las condiciones económicas.
Realizar la actualización de un gran número de ordenadores implica, de hecho, una considerable inversión sin contar que podrían ser detectados problemas adicionales tales como, por ejemplo, la incompatibilidad entre el nuevo sistema operativo y las aplicaciones previamente en uso.
Sin dudas existe un gran número de empresas que confían en una extensión de la fecha límite, pero por desgracia, es una comunicación que es poco probable que sea dada por Microsoft.
Teresa A.
