Después de las acusaciones hechas por algunos miembros de la comunidad de código abierto contra Microsoft en lo que respecta a los métodos elegidos por la empresa para instalar Windows 8, el grupo de Redmond ha tomado una decisión para defender su posición. Steven Sinofsky ha determinado que por lo tanto, el objetivo de Microsoft es no interferir con otros sistemas operativos, sino ofrecer a los usuarios una mayor flexibilidad y seguridad.
Lo que ha estado en el ojo de la tormenta es el arranque elegido por Microsoft para Windows 8, basada en la especificación UEFI y puede ofrecer un mayor nivel de seguridad. Se trata de una evolución de la BIOS del sistema, que data de tres décadas y todavía pegada a las tecnologías de la época, haciendo uso de un sistema de encriptación que brindará la oportunidad de certificar los componentes de software de los fabricantes. La propia naturaleza del nuevo sistema reduciría el arranque y por lo tanto hace que los sistemas operativos sean instalados por defecto o no certificados directamente, lo que básicamente haría imposible la instalación de distribuciones de Linux.
La introducción de UEFI-8 en Windows, de acuerdo con Sinofsky, se basaría en la voluntad del grupo para trabajar con los fabricantes de ordenadores personales para ofrecer mayor protección a sus usuarios, que requieren certificaciones hechas por ambas partes. La imposibilidad de tener dos sistemas operativos en la misma máquina por lo tanto no sería visto como una imposición por el grupo de Redmond que tiende a limitar la libertad de los usuarios y la ausencia de los pingüinos en los productos de PC con Windows 8 en el futuro. Por lo tanto, la empresa necesariamente debe enfrentar esta situación para mantener el ritmo con las nuevas tecnologías.
Tony Mangefeste, miembro del equipo de Microsoft, también hizo hincapié en cómo la compañía está trabajando estrechamente con sus fabricantes para asegurar la creación de certificados, que también permite a los usuarios importar otros productos nuevos a su gusto. La historia parece destinada a no terminar aquí, sin embargo, con la comunidad de Linux lista para la batalla, una vez más, ampliando la brecha entre el mundo de Windows y Linux.
Teresa A.
