Más de 300 empleados de la fábrica de Foxconn en Wuhan han amenazado con un suicidio colectivo tras el incumplimiento de los jefes de la fábrica sobre una indemnización por dejar sus puestos de trabajo. Ante esta situación, Microsoft ha asegurado iniciará una investigación para comprobar si Foxconn ha incumplido su código de conducta.
Foxconn se ha hecho famosa por ser una de los principales fabricantes de productos electrónicos de consumo del mundo, pero sobre todo por las polémicas sobre sus condiciones de trabajo. Durante 2009 y 2010 se produjeron varios suicidios de trabajadores de Foxconn que dispararon las alarmas sobre las condiciones de trabajo en las plantas de la compañía.
De hecho, son varias las ocasiones en las que se han identificado conductas irregulares en sus fábricas, como el trabajo infantil (que Apple llegó a admitir) o cláusulas en los contratos para que los usuarios no se suicidasen. A pesar de ello, la fábrica ha seguido operando con normalidad.
Ahora, los problemas podrían costar la vida a más de 300 trabajadores, que el día 2 de enero amenazaron con lanzarse desde la última planta de uno de los edificios de Foxconn en un suicidio colectivo. Según el portal Kotaku, los trabajadores pertenecían a la planta de Wuhan, donde se fabrica la consola Xbox de Microsoft.
Estos incidentes surgen tras la solicitud de una subida de sueldo a los responsables de la planta. El responsable de la planta de producción de Wuhan aseguró que retrasaría la subida de suelto hasta el nuevo año, pero ya en enero, se negó a aplicarla. Los trabajadores acudieron a solicitar el aumento prometido y el responsable de la planta de producción solo les ofreció o trabajar por el mismo precio o abandonar la compañía tras el pago de una indemnización por desempleo.
Más de 300 trabajadores que optaron por la segunda opción, la de abandonar Foxconn a cambio de una compensación. Sin embargo, se encontraron con la sorpresa de que no se les abonaría ninguna indemnización. Como medida de presión contra Foxconn y el responsable de la planta, los trabajadores subieron a la última planta de uno de los edificios de la compañía y amenazaron con suicidarse en masa como medida de protesta.
Finalmente, el alcalde de la localidad de Wuhan se personó en la factoría y consiguió que los trabajadores descartasen el suicidio y decidiesen parar su protesta.
Se trata de un nuevo golpe a la imagen de Foxconn, pero también afecta a Microsoft ya que el incidente se produce en la planta de fabricación donde se produce su consola Xbox. Por este motivo, la compañía ha explicado en declaraciones a Kotaku que investigará los incidentes.