El 8,1 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 34 años tiene riesgo de convertirse en adictos a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Se trata de un dato recogido por el estudio ‘De la impulsividad a la dependencia: Adicciones a las nuevas tecnologías’, dirigido el doctor Salvador Ros, el presidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP).
El doctor asegura que «El perfil de la persona adicta a estas nuevas tecnologías suele ser una persona joven, urbana, con conocimiento de inglés y manejo habitual de ordenadores, de profesión liberal y de clase media-alta».
Actualmente, cerca del 3% de los jóvenes en ese rango de edad es adicto a las TIC, según indica el estudio. Por ello, los expertos alertan de un posible daño en el desarrollo y en la salud mental de estos jóvenes, que puede generar una gran demanda sanitaria, si no es detectado a tiempo.
Los psiquiatras aconsejan que, si el menor tiene un bajo rendimiento o fracaso escolar, irritabilidad, pérdida de interés por actividades que realizaba previamente, trastornos del sueño o distanciamiento de la familia o amigos, puede esconderse un caso de adicción a las TIC.
El psiquiatra Alfonso Sanz Cid pone el acento en que «a diferencia de lo que sucede con otros hábitos de abuso, como el alcohol o las drogas, no se le está dando la importancia debida». De esta manera, considera que la sociedad aún no es consciente del «grave riesgo» que implica esta dependencia.
Por su parte, la psiquiatra Laura Fernando, subraya la importancia de una detección temprana y del tratamiento emocional precoz de este tipo de dependencia. «Corremos el riesgo de que jóvenes que no han sabido madurar y adaptarse a las situaciones que se han ido produciendo en su vida debido a su aislamiento, tampoco lo hagan cuando lleguen a la edad adulta y, por tanto, no sean capaces de asumir responsabilidades«, sostiene.