Los teléfonos móviles de tapa no solo no han muerto, sino que además siguen vivos y dando mucha guerra, como demuestra el lanzamiento del nuevo smartphone Samsung W2018, un terminal de concha que ofrece unas prestaciones mediocres y un precio que no parece acorde con ellas.
Este Samsung W2018 es un terminal de reducidas dimensiones que integra una pantalla de apenas 4,2 pulgadas, que puede verse lo mismo de fuera que desde dentro del aparato. Así pues, estamos hablando de dos pantallas, cada una de las cuales ofrece calidad de imagen Full HD gracias a su resolución 1920 x 1080 píxeles.
En el interior de este smartphone de concha trabaja un procesador Qualcomm Snapdragon 835, que se mueve entre 4 Gb de memoria RAM y 64 Gb de almacenamiento en disco interno, susceptibles de ampliarse hasta 256 Gb por medio de una tarjeta microSD.
La cámara trasera de este smartphone calza un sensor de 12 megapíxeles con una gran apertura f/1.7, que puede grabar vídeo en calidad 4K a 30 fotogramas por segundo, algo que no tiene mucha lógica si pensamos que su pantalla no tiene más calidad que Full HD. Un aspecto positivo de este terminal es que cuenta con soporte necesario para conectar con redes 4G LTE.
Entre los accesorios podemos mencionar el lector de huellas dactilares y la ranura para dual SIM. Hay que decir, sin embargo, que el software corresponde con una ya viaje versión Marshmallow 6.0-1 de Android.
Lo más interesante es saber que este smartphone, que en el 90% de sus características no es más que un terminal de gama media, ha salido a la venta en China por un precio de 2.000 euros. Estamos, pues, ante un dispositivo en el que pagas el triple que un teléfono normal por la fruslería de la doble pantalla.