Las certificaciones de calidad en las agencias de traducción son fundamentales a la hora de contratar un servicio de traducción. Tanto es así, que una mala traducción puede llevar a conflictos diplomáticos.
A lo largo de la historia, los errores de traducción han creado conflictos y malentendidos que han durado siglos. A continuación os mostramos los más relevantes:
En noviembre de 2013 toda la prensa aseguró que un portavoz de la Comisión Europea había tildado de “basura” un anuncio del ministro Wert. En realidad, había utilizado rubbish, que aunque puede significar “basura”, en ese contexto la traducción correcta habría sido “sandeces” o “disparates”.
Si os fijáis en la figura de Moisés de Miguel Ángel, en su cabeza aparecen dos cuernos, los cuales son debidos a una traducción de san Jerónimo que fue el encargado de traducir la biblia del hebreo al latín y en lugar de traducir “karan” que significa radiante, tradujo “keren” cuyo significado es cornudo, de ahí que le esculpieran con dos cuernos en la cabeza.
En el año 1956, en plena Guerra Fría, el líder soviético de la época, Nikita Khrushchev pronunció un discurso ante numerosos embajadores occidentales. Los intérpretes tradujeron la frase “os guste o no, la historia está de nuestro lado. Los venceremos” por “Os guste o no, la historia está de nuestro lado. ¡Os enterraremos!”. Normal que se quedaran de piedra los embajadores asistentes.
El 26 de Julio de 1945, año de la bomba atómica, las potencias aliadas lanzan un ultimátum a Japón a través de la declaración de Potsdam donde exigen la rendición del imperio nipón. Kantaro Suzuki, primer ministro japonés, convoca una rueda de prensa y declara “Sin comentarios. Seguimos pensándolo”. Pero eso no es lo que entendieron los aliados, sino “Ignoramos y despreciamos el tema”. ¿Por qué? Debido a la mala traducción del término ‘mokosatzu’, que puede significar ambas cosas. 10 días después Estados Unidos lanzaba las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Nunca sabremos si una traducción correcta habría cambiado en algo las cosas.