Cuando te sientes mal no vas directamente a consultarte con el médico, sino que escribes los síntomas en el buscador de Google, que te dirá la enfermedad que sufres. Esta práctica, tan común entre nosotros desde que el buscador se convirtió en una especie de sabio, no es tan beneficiosa.
Lo que sucede es los resultados que arroja Google no siempre son alentadores. Pueden informar de una enfermedad complicada, difícil de curar y el hipotético paciente termina enfermando de verdad.
Los científicos llaman a esto el efecto Nocebo, que es lo contrario al conocido efecto Placebo, cuando la persona cree que está tomando un medicamento, que a veces no tiene ningún valor médico y mejora su salud.
Científicos de la Health Sciences Centre de Toronto resaltaron los efectos negativos de internet sobre la medicina, pues creen que mientras la persona más lee sobre los tratamientos en internet, menos efectivos resultan ser, por el efecto psicológico que ya hace mella en el paciente.
El estudio buscaba determinar los niveles de intolerancia a las estatinas de pacientes de 13 países en todo el mundo. Estos son fármacos para bajar los niveles de colesterol y triglicéridos en pacientes con cantidades excesivamente dañinas para su salud. Y los compararon con la disponibilidad de páginas web donde se lista la cantidad de efectos secundarios que ésta trae.
Entonces determinaron que en países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia la gente tendía a ser más intolerante a las estatinas. Y son países en los que hay gran acceso a sitios web donde se discuten efectos adversos de la medicina sobre la enfermedad.
En conclusión: los pacientes que tuvieran más acceso a la información de los efectos secundarios era más propensos a sufrirlos.