Hay un hotel tradicional en Tokio, Japón, donde las sandalias que se deben usar para ingresar vuelven por su cuenta al lobby y se acomodan o estacionan solas, quedando disponibles para otros clientes.
El calzado lo creó Nissan, usando su tecnología de vehículos autónomos ProPilot. De hecho, ver las sandalias en acción es como un desfile de coches que logran estacionarse sin ayuda aparente, donde les corresponde.
Cada una de las sandalias tiene un par de pequeñas ruedas, un motor y sensores para poder moverse sin tropiezos por el Park Ryokan, que es famoso además por su vista al Monte Fuji.
Pero Nissan no solo le dio movilidad a las sandalias, pues las mesas y los cojines del suelo también se acomodan solos, con la misma tecnología que el gigante automovilístico mueve su modelo Leaf semi autónomo, por lo que la intervención de la firma en las cosas del hotel es vista como una forma de promoción del coche.
Tal como ocurre en las sandalias, el Nissan Leaf utiliza ProPilot para mantenerse en el carril y respetar la distancia con otros objetos y autos. También buscan una zona donde estacionarse.