Filterly es el producto de una start up de origen gallego que permite filtrar las búsquedas en internet de acuerdo con nuestros gustos y preferencias. Se trata de una plataforma de personalización del contenido, lo que en medios anglosajones se conoce como customization. La empresa está dirigida por tres socios, Ángel Prado, Adrian Bethune y Diego Val, que presentaron su invención en la última TechCrunch Disrupt, una feria dedicada a las start ups en Silicon Valley.
Allí explicaron cómo funciona Filterly. El servicio detecta los gustos del usuario por la actividad que este desarrolla en las redes sociales y en la navegación online. Así y todo, la start up quiere dejar bien claro que el programa respeta en todo momento la privacidad del usuario, pues solo se interesa por su comportamiento y en ningún caso por su identidad.
Los mecanismos que operan en el funcionamiento de Filterly se basan en sistemas de procesamiento del lenguaje, que reciben la información que les proporciona el usuario, relacionan esa información con otra que pueda interesar al usuario y le ofrecen estos nuevos contenidos para su consumo. Hablamos, por tanto, de un motor de búsqueda programado según los parámetros que le sugiere el propio usuario.
De esta manera, Filterly se propone como una manera con la que el internauta puede ahorrar tiempo y agilizar su recorrido por internet. Para ello, el usuario debe descargarse la aplicación, que le remitirá a artículos y blogs de interés según su perfil de Twitter, por ejemplo. Pero la personalización de nuevos contenidos, noticias y reportajes, del mismo medio que frecuenta el usuario. En esto se distingue de Outbrain, que remite al internauta a medios externos.
Filterly generará beneficios gracias a los ingresos por publicidad. Los sitios web querrán que Filterly haga las veces de un relaciones públicas que les lleve el agua a su molino.