Parece que las ligeras caídas que suele presentar WhatsApp de vez en cuando pronto podrían dejar de ser nuestra principal preocupación relacionada con la aplicación de mensajería instantánea más importante del mundo. Esto, porque un tribunal de Vigo ha decidido que «las conversaciones de un chat entre un inquilino y el dueño» tienen la validez de «un contrato verbal», como un escrito oficial firmado.
Este antecedente, que se suma a otros sucedidos en diferentes partes del mundo en los últimos tiempos, demuestra cómo poco a poco la justicia intenta adaptarse a los tiempos que corren, y al uso de esta clase de herramientas. De ser así, probablemente debamos acostumbrarnos a tiempos en los que todo lo que digamos en WhatsApp tendrá consecuencias legales, más que nada si se trata de un contrato verbal.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, al menos en este caso, ambas partes enviaron y recibieron documentación válida a través de la aplicación, entre la que se encontraban los datos bancarios de cada uno de ellos. Para el juez de la causa, esto fue suficiente como para considerar que se trataba de un contrato verbal, dándole la razón al casero luego de que la inquilina haya optado por dejar de pagar el alquiler.
Pensando en el futuro, estamos hablando de una situación que seguramente generará polémica, teniendo en cuenta que la seguridad de WhatsApp no es precisamente la más avanzada en su género, y que resulta relativamente sencillo poder «inventar» chats que jamás existieron, inculpando a alguien de un delito no cometido.